Cloro
Desinfección del agua por cloro
La desinfección del agua por cloro es la más común para la desinfección del agua.
El cloro se puede aplicar para la desactivación de la actividad de la gran mayoría de los microorganismos, y es relativamente barato. No se trata de un filtro de retención por lo que no elimina material inorgánico, pero sí es muy práctico y efectivo para la desinfección de microorganismos patogénicos como las bacterias y los virus existentes en agua potable, piscinas y aguas residuales, para la desinfección de áreas domésticas y para el blanqueamiento de textiles, por más de doscientos años.. Cloro se puede utilizar fácilmente, medir y controlar.
Es persistente en su justa medida y relativamente barato.
El cloro puede formar sustancias muy estables, como la sal de mesa (NaCl). El cloro puede formar también productos reactivos con alto poder oxidante y corrosivo, por esta razón su almacenamiento es mediante recipientes de cristal o plástico.
Agua que ha sido clorinada debe de protegerse de los rayos directos del sol. El Cloro se rompe por la influencia de la luz del sol debido a la radiación UV.
La efectividad de la desinfección se determina mediante el PH del agua. Desinfección con cloro tiene lugar a PH optimo entre 5.5 a 7.5.
La OMS (Organización Mundial de la Salud) , determina que los estándares de agua potable cloro deben añadirse al agua 2-3 mg/L para una desinfección satisfactoria y concentración residual. El contenido máximo de cloro que se puede utilizar es de 5mg/L después de al menos 30minutos como tiempo de contacto y valores de PH de 8 o menos.
Para poder mantener estos estándares es necesario el uso de bombas especiales que controlan o bién volumétricamente (más precisas) o por tiempo la inyección de cloro en el agua.
Para poder mejorar la efectividad lo recomendable es también el uso de un equipo Redox para el control de ph, temperatura, cloro libre, etc del agua tratada.
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